Los antiguos egipcios también señalaron a las Pléyades
como una diosa, reconocida como, la “madre divina”, o Hathor, quien tomó la
forma de una vaca, la portadora de las semillas de vida. Las siete estrellas de las Pléyades residen en la constelación
de Tauro, la vaca divina.
Las Pléyades eran claramente reverenciadas también por
los Mayas, a las que llamaban Tzab-ek (estrella cascabel), siendo sus construcciones orientadas en alineación a las Pléyades,
teniendo una conexión directa con Quetzalcóatl, el planeta Venus, que era
representada por la serpiente emplumada que trajo la llama de la sabiduría al
planeta.
Algunos de los pueblos aborígenes de Australia la conocían
como Makara, así como en la India se les llama Krittikas. Para los Aztecas se
llamaba Tianquiztli, que significa el “lugar de reunión”, y cada 52 años
realizaban un ritual llamado el Fuego Nuevo.
Las Pléyades, en la mitología griega, son las siete
hijas de Atlas y Pleione (llamadas Alcyone, Merote, Electra, Celaeno, Taygeta,
Maia y Asterote). Para otros pueblos como los japoneses la constelación de las
Pléyades se le llama Subaru, así como a Venus recibe el nombre de Kinsei.
Un ciclo muy destacado en todas las civilizaciones
antiguas involucra al planeta Venus. Esto ocurre una vez cada ocho años, que
corresponden con 5 ciclos sinódicos de Venus, de 584 días cada uno. Que, si
unimos las líneas de los 5 ciclos en el espacio, se crea la forma geométrica de
un pentágono o de una ROSA.
Este evento y su influencia en la psiquis interna del ser humano
es muy intenso. En el anterior ciclo, Venus estuvo muy cerca de la estrella central
Alcyone, el ciclo del calendario maya terminó en el 2012. Ahora en el 2020, el 4 de abril
nuevamente Venus tendrá su máxima aproximación que pasará a 5′ de arco al sur
de Atlas.
En el momento actual, observando el fenómeno vemos que
el planeta Venus cada ocho años se acerca más a las Pléyades.
En un momento tan crítico para la humanidad, el
planeta VENUS se acerca a las PLÉYADES, y su poderosa influencia en la humanidad es clave. Venus es el portador de la luz, la
estrella de la mañana, de un nuevo amanecer, la noche no es eterna, está vez la
oscuridad no tragara a la humanidad en sus fauces.
Hay motivos para la
Esperanza. Las Pléyades con la estrella Alcyone, el Sol Central de nuestro
sistema solar, transmite a Venus un nuevo impulso en la evolución de la Tierra
y su salto hacia nuevas realidades, nuevas energías están siendo transmitidas
directamente a todos nosotros, como Fuego Nuevo para garantizar que la vida
continúa y para que la humanidad, conscientemente, dé un paso en su evolución ascendente.
Nada menos que en el año 2028, observaremos como Venus
se introduce dentro del cúmulo de las Pléyades surcando a sus hijas pasando a
menos de 5′ al sur de Alcyone y a 1,5′ al sur de Merope.